Información
ampliada |
Reportaje gráfico |
|
Cronología
de la construcción |
|
Vistas generales |
|
Datos
técnicos |
|
Vistas con trenes |
|
|
|
Vídeos |
INTRODUCCIÓN
El Viaducto Martín Gil recibe
este nombre en honor a uno de los dos ingenieros que proyectó
el arco hormigonado que le ha dado la fama, D. Francisco
Martín Gil; tanto ingenieros como ferroviarios y
amantes del ferrocarril lo han llamado así desde
su construcción. Se proyectó y construyó
con el fin de salvar las aguas del río Esla, ya formando
parte del embalse de Ricobayo, en la provincia de Zamora.
Primer híbrido serie 730 sobre el viaducto (2012)
Este viaducto pasó a formar parte de la mitología
para los ingenieros por la bóveda central, que constituyó
en su tiempo el mayor arco de hormigón armado del
mundo, y todavía hoy en día, ingenieros y
estudiantes de ingeniería de caminos, canales y puertos
siguen yendo a visitarlo para contemplar y estudiar esta
maravilla de la ingeniería para su tiempo, ya que
hay que recordar que estamos hablando de que se proyectó
y construyó en las décadas de los 30 y 40
del siglo XX.
Fotografía de David
Martínez Peón
En esta
época ya existían —o estaban en proyecto— viaductos con arcos cuya luz sobrepasaba los 90 m, que en
aquellos tiempos era considerada excepcional. Cabe destacar
el de Riorgimento en Roma, con 100 m. de luz en su arco
central; el de Langwies en Suiza, con 98,5 m; el de Minneapolis
en EEUU, con 122 m; uno en los Alpes Bávaros, con
130 m; y alguno más con estas dimensiones. Sin embargo,
más importantes que estos y antes del Martín
Gil hay que citar otros dos viaductos, cuya magnificencia
no era comparable a ninguna otra estructura similar en aquella
época: el primero es el puente de Plougastel, con
tres arcos de luz de 186,4 m, y que marcó el record
mundial de poseer el mayor arco hormigonado del mundo hasta
la fecha . El segundo, ya iniciada la construcción
del Martín Gil en 1934, es el de Traneberg-Sund,
en Estocolmo, y que tiene un arco de 181 m de luz. En ese
mismo año, 1934, se está construyendo también
en Suecia, otro viaducto que iba a ser el que ostentaría
el record de poseer el mayor arco del mundo con 264 m, pero
durante su construcción la cimbra de madera se derrumbó,
con lo que el Martín Gil pasó a ser el viaducto
con el arco hormigonado mayor del mundo, cuyas dimensiones
son de 192,4 m. de luz libre, 209,84 m. de luz teórica
y una flecha de 62,4 m.
.....
LA CONSTRUCCIÓN
El viaducto corresponde al tramo ferroviario
de Zamora a La Coruña, cruzando el embalse de Ricobayo,
que llega a tener unos calados de 43,94 m. estando lleno.
Subastado este trozo, quedó desglosado para ser objeto
de especial estudio el cruce del embalse, dada la magnitud
del problema, en una longitud de unos 470 m. Así,
en febrero de 1929 fueron redactados al efecto dos proyectos
de viaducto: uno, por el ingeniero D. Antonio Salazar, como
encargado de la construcción del trozo correspondiente;
el otro, por D. Alberto Pérez Moreno. El
primer proyecto comprendía una serie de arcos de
medio punto, de 20 m. de luz cada uno y tímpanos
macizos, como viaductos de acceso, siete en la margen izquierda
(lado Zamora) y cuatro en la derecha (lado La Coruña),
enlazados sobre la zona de embalse con otros ocho, apoyados
éstos, cada dos, en tres elevadas pilas, entre las
que estriban ojivas en cuya clave se apoyan las pilas intermedias.
El segundo proyecto, el de Pérez Moreno, estaba constituido
por tres arcos de avenida en la margen izquierda y cinco
en la derecha, todos iguales, de medio punto con 15 m. de
luz y tímpanos macizos que encuadran, mediante pilas-estribos,
un grupo de cuatro arcos de hormigón armado de 60
m. de luz, de directriz parabólica y tímpanos
calados, con elevadas pilas de 60 m. de altura.
.........
El primero de estos
dos proyectos, del sr. Salazar, fue rechazado, admitiéndose
al mismo tiempo el del sr. Pérez Moreno. No obstante,
dada la magnitud del problema de ingeniería que se
planteaba con la construcción de la parte central
del viaducto, se ordenó, con fecha de 17 de noviembre
de 1929, que los ingenieros de la Jefatura de Puentes, ampliasen
junto con el Sr. Pérez Moreno, la solución
dada por este. En esta ampliación, por lo que afecta
a la Jefatura de Puentes, los ingenieros D. César
Villalba y D. Francisco Martín Gil, propusieron la
construcción de un gran arco de hormigón de
una luz aproximada de 200 m. y 60 m. de flecha, de 3,50
m. de altura en clave y 7,50 m. de ancho, que cubicaría
unos 4.200 m3, y cuya carga unitaria de trabajo sería
de unos 75 Kg/cm2. El presupuesto sería de unos cinco
millones de pesetas de las de la época.
Proyecto desechado
Una vez que es aceptada
esta propuesta, el 13 de diciembre de 1929 se autoriza a
la Jefatura de Puentes a desarrollar la idea, a cuyo efecto,
el 10 de julio de 1930, se envía a informe superior
el correspondiente proyecto redactado por el ingeniero D.
Francisco Martín Gil. Éste fue devuelto el
8 de marzo de 1931 para estudiar y modificar algunos puntos
y presentado de nuevo en enero de 1932. Su presupuesto final
ascendía a 4.360.127,36 pesetas y fue aprobado definitivamente
el 30 de septiembre de 1932, abriéndose en ese momento
el concurso para las obras, que duró hasta el 23
de junio de 1934. Se presentaron tres pliegos al concurso:
el primero correspondió a la Compañía
del Ferrocarril de Medina del Campo a Zamora y de Orense
a Vigo (MZOV), el segundo fue presentado por D. Max Jacobson
con 142,36 pesetas a la baja, y el tercero por D. Francisco
Fernández con 470.893,75 pesetas a la baja. Adjudicada
el 25 de julio de 1934 al segundo de los pliegos, se dispuso
que para la inspección de estas obras fueran designados
a las órdenes del Ingeniero Jefe de la tercera Jefatura
de Estudios y Construcciones de Ferrocarriles (Galicia),
D. Francisco Castellón Ortega, como colaboradores
asesores los ingenieros D. Alfonso Peña Boeuf y D.
César Villalba Granda y, para llevar los trabajos
a pie de obra, D. Antonio Salazar Martínez. Más
tarde y por desempeñar el Ministerio de Obras Públicas
D. Alfonso Peña, fue nombrado en su lugar D. Eduardo
Torroja Miret.
A los efectos de
plan de ejecución de las obras quedó fijado
el comienzo de las mismas el 1 de octubre de 1934, siendo
realizados los trabajos en un principio por el contratista
M. Jacobson, aunque luego fue la administración quien
acabó las obras, cediendo los trabajos en lo que
al arco se refiere a D. Ricardo Barredo y en la parte metálica
a Esab Ibérica, S.A. Las obras culminaron con la
colocación de la barandilla y la limpieza de los
diferentes materiales sobrantes de la obra, todo esto durante
el mes de noviembre de 1942, es decir, ocho años
después de haber comenzado las obras.
....
Fotos "Archivo Carrilanos"
Por último,
debemos decir que el importe total de las obras se elevó
a 11.495.193,38 pesetas y que, afortunadamente, nadie falleció
como consecuencia de las obras, aunque sí hubo algún
percance serio, como la amputación de la pierna de
un trabajador.
....
.........
Fotografias
extraídas del libro Zamora S. XX, de Jose
Luis Gago.
Diversos
proyectos--
. (Zamora S. XX, de Jose
Luis Gago)
EL MITO DE
UN VIADUCTO
Como ya se ha ido explicando, el viaducto
Martín Gil no ha sido - o no es - una infraestructura
corriente, los dolores de cabeza que produjo a ingenieros
y obreros, la magnitud de la obra, la época en que
fue realizado, la belleza de su silueta por la que cualquier
convoy ferroviario se hace minúsculo a su paso por
la enorme pieza de hormigón, el entorno paisajístico
en el que se sitúa, la inaccesibilidad del lugar
para llevar el material de obra y dar cabida a los 90.000
jornales que produjo durante ocho años de obra, y
un sinfín de detalles que se podrían seguir
enumerando, hacen que esta gran pieza de hormigón
sea para muchos algo más que un simple elemento ferroviario.
Todavía hoy se pueden observar perfectamente los
restos de los armazones que sirvieron para sujetar los cables
que aguantaban la cimbra del gran arco, las casillas, pistas
de acceso, escaleras artificiales de piedra en alguna ladera
para acceder al viaducto, etc.
Durante
los meses de invierno, el hormigón salía de
las hormigoneras a una temperatura de ocho a doce grados
de temperatura, gracias a unos calentadores eléctricos
de mil vatios, para contrarrestar los entre cinco y diez
bajo cero de muchos días de invierno en la zona,
y así poder utilizar el hormigón y aplicarlo
correctamente. En el año de 1941 hubo un ciclón
en el que se registraron vientos de hasta 100 Km/h, por
lo que casi todas las instalaciones fueron semi o enteramente
destrozadas: la carpintería, los albergues, las viviendas,
las líneas eléctricas... Incluso se encontraron
tablones de madera que estaban apilados y atados a unos
500 m. de distancia del viaducto. Por suerte, ni el eje
del arco ni su directriz sufrieron lo más mínimo,
probablemente porque tan sólo quedaban ya menos de
dos años para el final de la construcción
del mito.
........
Cuando ya
estaba en uso, en este viaducto sucedió un trágico episodio. El 19 de octubre de 1964, un tren de mercancías destino Zamora
sufrió una explosión del material pirotécnico que transportaba cuando el convoy terminaba de cruzar el
viaducto Martín Gil, con la consiguiente caída de ocho vagones al fondo del embalse y el fallecimiento de un trabajador de Renfe, el mozo de tren José Vicente
Redondo.
Algunos
vagones fueron rescatados tras el suceso pero en la base
del arco podemos ver aún hoy, cuando están
bajas las aguas del embalse, los restos de dos vagones y diversos topes, como se ve en las fotos siguientes:
......
Adjuntamos también otras
fotografías de Cipriano Cortés, abuelo y padre
de los dos Luis respectivamente, realizando trabajos de
reconstrucción de la barandilla junto a la cuadrilla
de obreros. En la última foto se ven las firmas de los mismos en el suelo de hormigón.
.........
Más
fotografías y una crónica del accidente en esta sección.
Tren de viajeros
pasando sobre el viaducto (fotogramas de vídeo del NO-DO):
...
Fotos de
la salida vía Zamora:
......
En la salida
del viaducto con dirección a Zamora se encuentra
una casilla de vía con un pequeño andén
que fue construido para la inaguración del viaducto
por Franco.
Foto de
la salida vía Puebla
|